Justo al otro lado del estrecho de Foveaux, que separa la isla sur de Nueva Zelanda de la isla Stewart, mucho más pequeña, se encuentra un pequeño grupo de islas conocidas como las islas Titi (ave de cordero o pardela hollín) y entre ellas se encuentra la isla Edwards. Es difícil saber por qué esta isla es un lugar tan popular para los grandes blancos, ya que muchas islas de Nueva Zelanda tienen focas pecosas a lo largo de sus costas y la costa este de la Isla Sur es el hogar de miles de focas.

Cómo pasé mt Time con Fred en Edwards Island

Sin embargo, el hecho es que los investigadores de la zona han demostrado claramente que la isla de Edwards es el reino preferido de los grandes blancos.

Después de haber visitado las famosas grandes fortalezas blancas del mundo en África, América del Norte y Australia.

Nueva Zelanda estaba en la parte superior de mi lista de visitas para ver cómo, si acaso, el comportamiento difería aquí de otros lugares. El pequeño puerto de Oban es desde donde nuestro barco "Argo" recorre las 4 millas hasta la isla Edwards. Esta pequeña isla se siente como si se hubiera perdido durante dos décadas, ya que la vida es notablemente más lenta y los 350 residentes claramente disfrutan del estilo de vida relajado.

Incluso antes de llegar a la isla Edwards, Monique y yo ya estamos muy emocionados. A nuestro paso, los magníficos albatros de Shy y Bullers se cruzan en nuestro camino en una celebración de poesía aérea.

Estas magníficas aves, con una envergadura de hasta 9 pies en el caso del albatros tímido, son los reyes y reinas de las tempestuosas ondas de aire de las latitudes más bajas alrededor de la isla Stewart.

El Argo es en sí mismo una historia. Con casi 70 años ha sido un arrastrero, un barco de pesca con línea y hoy un barco de buceo y observación de tiburones. Nada como los modernos barcos de buceo en jaula que se utilizan en Sudáfrica y en otros lugares, son sus viejas líneas, borlas de madera y barco de trabajo se sienten completos con la timonera clásica, la brújula masiva y el molinete que te hacen sentir como si estuvieras retrocediendo en el tiempo.

Aaaaargh me matee prepara el burley y prepárate para caminar por la tabla, ¡sí, hay un gran pez hambriento allí esperándote! 

Casi tan pronto como echamos el ancla y Peter Scott, nuestro capitán y pionero del buceo con tiburones en Nueva Zelanda, dejó caer un trozo de atún blanco, un magnífico Gran Blanco se deslizó en nuestra mancha. Esta fue nuestra primera vista de la población de grandes blancos más meridional del planeta.

Estábamos anclados en 6 brazas de agua (12 mo 40 pies) y el fondo, que pronto descubriría, estaba cubierto de exuberantes algas de diferentes tonos que se anclaban a un campo de rocas de diferentes tamaños.

Los diferentes tamaños de rocas iban a ser importantes ya que una de mis misiones era caminar por el fondo en un dispositivo conocido como WASP. Estuve en Nueva Zelanda como copresentador en un Canal de descubrimiento show Called Air Jaws, buscando a Colossus. El programa trata de averiguar a dónde se ha mudado un enorme gran blanco que habíamos visto irrumpir y cazar en Seal Island en Sudáfrica y, aunque es una posibilidad muy remota, Nueva Zelanda con su proporción altamente segregada de grandes blancos machos a principios del otoño austral fue ser uno de nuestros puntos de búsqueda.

El WASP era una jaula sumergible para tiburones muy bien diseñada y me sentí bastante seguro en ella, a pesar de su pequeño tamaño. Tenía que caminar por el lecho marino y ver qué estaban haciendo los grandes blancos allí cuando no estaban en la superficie y esperar contra toda esperanza, que uno de los tiburones que encontraría sería Colossus.

Mi primera estancia en el inframundo de los tiburones fue bien. Tuve varios tiburones de 10 a 14 pies que se acercaron mucho y me echaron un vistazo. Fue una experiencia épica, me sentí como si estuviera caminando sobre la luna ya que tuve que trepar con mi jaula para caminar sobre rocas, a través de grietas y entre las algas, todo el tiempo moviéndose en diferentes direcciones por diversos grados de corriente.

Lo que se hizo evidente al instante fue lo cómodos que se sentían los tiburones allí abajo y, lejos de ser cautelosos alrededor del WASP, como había imaginado con un objeto extraño, los tiburones tenían curiosidad. Tuve el extraño golpe suave y muchas miradas superficiales, pero aparte de estar muy emocionado por la novedad de lo que estaba haciendo, no sucedió nada adverso.

UN SEGUNDO DIVIDIDO DESPUÉS, BONNNNNNNG. FRED ME GOLPEO COMPLETAMENTE, CON PROBABLEMENTE 3000 LIBRAS DE MÚSCULO CURIOSO.

Cuando mi aire empezó a escasear, me dirigí a la superficie y de una manera muy indigna me sacaron del agua dando golpes mientras estaba debajo de una grúa. En general, había sido muy divertido y no podía esperar a mi próxima misión.

El día siguiente, una vez más, produjo excelentes condiciones, aunque la visibilidad a 15-18 pies no fue tan buena. Antes de que yo entrara en el WASP, un macho de casi 5 metros conocido por mi buceador de seguridad y el investigador local de tiburones Kina como “Fred” vino a saludarme. Él dominaba a todos los demás tiburones y esperaba que cuando estuviera abajo me diera el placer de su compañía, ciertamente no me decepcionaría.

Como parte del espectáculo, se bajó una segunda jaula con el conocido camarógrafo y veterano de los tiburones Andy Brandy Cassagrande filmándome haciendo lo mío entre los tiburones. La idea aquí era que flotarían sobre mí y yo caminaría por el fondo mientras filmaban. Sin embargo, el problema fue que en el momento en que toqué fondo me moví de una manera diferente a lo que ellos hicieron, ya que todavía estaban vinculados al bote y a merced del Argo mientras se movía con el viento y la corriente anclados.

Todo empezó bien y tan pronto como toqué fondo, dos grandes blancos de entre 10-12 pies se acercaron, muy cerca, para decir G'Day.

Tenía la capacidad de abrir la tapa del WASP, lo que me permitió usar mi cámara para tomar fotos y fotos de identificación. Me sentí un poco incómodo por lo completamente imperturbables que estaban los tiburones por el WASP y fueron muy, muy audaces, acercándose cada vez más. Después de que tuve que usar mi cámara un par de veces para repelerlos, miré hacia el borde de mi visibilidad y allí, descendiendo lentamente hacia mí, había un gran tiburón blanco realmente grande. Nadando junto a este tiburón había un gran pez piloto y no había duda de este tiburón, era "Fred" el macho de 15 pies. Impresionante, pensé ……… mientras Fred hacía una espiral lenta, deliberada, no amenazante, hacia el WASP. Exprimí algunos fotogramas, la única palabra que se me ocurrió fue "increíble", esto fue bastante sorprendente. Ahora tenía al menos tres grandes tiburones blancos orbitando alrededor de mí y uno de ellos era el macho más grande con el que había buceado.

Bueno, aquí es cuando las cosas se aceleraron. Fred, en lugar de pasarme, decidió venir a saludarme. Simplemente nadó lenta y deliberadamente directamente hacia mí, disparé algunos tiros mientras llenaba el encuadre con detalles cada vez mayores. Estaba entrando en un mal ángulo, uno que no habría significado ningún golpe de mirada, sino un contacto directo justo donde estaban mi cámara y mi cabeza. Ahora había esperado demasiado y debido a los estrechos límites de mi jaula no pude meter rápidamente mi cámara y luces estroboscópicas conmigo a tiempo y ciertamente no quería apartar los ojos de Fred. Jeepers, no tuve más remedio que dejar caer mi cámara y dejarla colgar tentadoramente en su corta línea de seguridad justo afuera de la jaula mientras giraba la tapa y cerraba el cierre de seguridad.

Una fracción de segundo después, Bonnnnnnng. Fred me golpeó de lleno, probablemente con 3000 libras de curioso músculo. El WASP se tambaleó pero luego se enderezó. Cuando me di la vuelta para ver dónde estaba Fred, vi que horriblemente había reclutado ayuda, su compañero más pequeño, de solo 12 pies más o menos. Fred se había doblado rápidamente hacia atrás y ahora ambos entraron al unísono perfecto, en general habría dicho hermoso, pero no ahora. Ambos golpearon perfectamente al mismo tiempo, golpeándome en el medio del barco y ligeramente en el flanco, respectivamente, aunque creo que la palabra perturbadora hubiera sido más adecuada. En todos los lugares que podía ver estaba un gran tiburón blanco, yo era realmente una parte inconsciente de la hermandad con cierres de 50 cm de largo rebotando en mi cúpula.

Miré hacia arriba con la esperanza de que Andy estuviera filmando esto, pero ¿dónde diablos estaba Andy? La jaula de media agua se había alejado con el bote cuando el viento había cambiado y pude ver vagamente que desaparecían en la penumbra. Estaba solo con Fred y su amigo. Si dos no fueran suficientes, un tercer tiburón pensó que las cosas se veían cómodas, ¿no había oído que tres eran una multitud? Bromeo ahora, pero durante los siguientes 15 minutos más o menos me pegaron primero de esta manera, luego de eso, los hice morder, empujar, empujar, mirar y golpear la jaula desde todos los ángulos. Honestamente, pensé que estaba en un juego de parque temático muy loco llamado "golpear" al WASP y el tiburón ganador se comió al ocupante. Todo el tiempo mi cámara colgaba precariamente fuera de la jaula y estaba convencida de que un tiburón la agarraría y luego nadaría con ella, solo para probablemente dejarla caer en un área que nunca encontraría. 

No quiero sonar como si estuviera dramatizando esto. En 1994 tuve un tiburón blanco de 10 pies en una jaula para un solo hombre durante más de un minuto en Dyer Island, hice kayak, subí a remo y buceé libremente con tiburones blancos de todo el mundo, en numerosas ocasiones, pero nada siempre tan completo como este. Finalmente, y en realidad no puedo recordar cómo ni cuándo, tuve unos segundos para abrir la tapa y llevar mi cámara de regreso al WASP, abriendo el puerto de la cúpula de vidrio en el proceso. Luego otra serie de Bongs, ahora me sentía como el martillo dentro de la campana de una iglesia.

Tenía que hacer algo, así que, lentamente entre embestidas, caminé de regreso por el camino de mi línea de seguridad, que cruzaba el fondo hasta donde debía estar el bote. Mientras avanzaba, los tiburones parecieron tomarse un respiro. A estas alturas, la jaula de agua media había sido arrastrada a la superficie y mientras caminaba sentí que tiraban de la línea hasta la base de mi jaula, genial, alguien todavía estaba allí. Ahora sentí que la base de la jaula se movía hacia arriba y de repente me volteé, básicamente me empujaron boca abajo hacia la superficie.

El equipo Fred, todo el tiempo siguiéndome y ocasionalmente haciéndome bong, me siguió. Debe haber sido el mejor juego de Great White Shark de todos los tiempos. Solo podía imaginarlos contando a otros grandes blancos cómo se habían unido en este cangrejo ermitaño gigante amarillo y negro y aterrorizado a la criatura dentro de él hasta que había nadado con la cola entre las piernas hasta la superficie y fuera del agua. Podría parecer que ellos se ríen tontamente.

Cuando llegué a la superficie, el WASP tenía varias cicatrices de batalla y estaba emocionalmente oscilando entre sentirme emocionado y la sensación de qué demonios acababa de pasar allí.

 Después de esta inmersión hice varias caminatas WASP más, de hecho, otra ese mismo día. Sabía que, a pesar de su fuerte excitación a mi alrededor, el ataque fue más por curiosidad que por hambre.

Dicho esto, yo tenía un nuevo respeto por el cliente tiburón genial al que el equipo de investigación y buceo de tiburones de Nueva Zelanda llama cariñosamente FRED y cada vez que Fred pasaba rápidamente entré en mi caparazón y cerré todas las escotillas. 

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